El pabellón 10 de FEINDEF acogía ayer, 12 de mayo, una interesantísima mesa redonda con los Jefes de Estado Mayor del Ejército de Tierra, del Aire y del Espacio y de la Armada. Bajo el título: “Retos tecnológicos y transformación operativa en las FAS” los máximos responsables de las Fuerzas Armadas, en un encuentro moderado por el periodista Carlos Franganillo, han aportado su visión en cuestiones claves desde el punto de vista estratégico, tecnológico, de formación y de relaciones con la industria de defensa, proveedora de sus sistemas.
Sobre la transformación tecnológica que supone la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) en defensa, el General de Tierra Amador Enseñat y Berea, Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), ha llamado la atención sobre el doble reto que plantea. Por un lado el ético, afirmando que cuando se aplique una fuerza letal, detrás deberá haber siempre una decisión humana, por encima de la IA. Por otro lado, desde el punto de vista jurídico, siendo necesario actualizar los Convenios de Ginebra y de La Haya para que contemplen el impacto de las nuevas tecnologías en el escenario de combate.
El escenario actual
Los actuales conflictos han puesto de manifiesto como convive lo tecnológico con las trincheras propias de la Primera Guerra Mundial, son capas que se entrelazan. El JEME asegura que el impacto de lo tecnológico en la guerra clásica ha hecho más sangrientos los escenarios de combate, con la entrada en acción, por ejemplo, de elementos, como los UAV, baratos y muy letales.
A este respecto, desde la Armada, destacando el proceso de rápida adaptación que sigue la Institución, el Almirante General Antonio Piñeiro Sánchez, Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (AJEMA), ha señalado que la disuasión es pieza central. Es cara, pero indudablemente más barata que cualquier conflicto. Ha dicho que la capacidad de disuasión de la Armada se estable en tres pilares: El Arma Submarina, la capacidad de proyección a tierra del poder naval y la interoperabilidad de las Fuerzas Armadas.
Por su parte, el General del Aire Francisco Braco Carbó, Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio (JEMA) ha asegurado, al hilo de la importancia de lo tecnológico, que si hay guerra convencional en Ucrania es porque ha fallado el sistema de defensa aérea, que hubiera cambiado el devenir actual del conflicto.
Por otro lado, respeto a la colaboración con la industria nacional, mientras que la Armada y el Ejército del Aire y del Espacio tienen sus “campeones nacionales” como proveedores referentes, Navantia y Airbus respectivamente, en lo que a plataformas terrestres y sistemas de armas para el Ejército de Tierra se refiere el escenario es otro. El JEME ha señalado, además, que en el Ejército de Tierra han de integrarse muchos sistemas diferentes y apuntado la importancia de la inversión pública y privada en el proceso de rearme que se lleva a cabo, incidiendo en que la inversión privada necesita de un marco de certidumbre para poder llevarse a cabo.
Formación y Reclutamiento
En lo que respecta al reclutamiento, el JEME se ha referido a la dificultad de retener al personal con cualificación tecnológica, dada la competencia que supone el ámbito civil en cuanto a condiciones y salarios. Recurrir a reservistas con perfiles tecnológicos podría, ha dicho, ser una de las opciones que aporte soluciones a este escenario.
El Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio ha destacado por su parte, respecto a la cuestión del reclutamiento, que las notas de corte para entrar en las Academias ya ponen de manifiesto que quienes acceden son perfiles de primer nivel, “son muy buenos y los hacemos mejores” ha dicho. Respecto a la formación, el Almirante General Antonio Piñeiro ha insistido en la importancia de la formación en valores, más necesaria hoy que nunca, ha recalcado, y en cómo está impactando la tecnología en la formación, poniendo como ejemplo el nuevo simulador de submarinos de Navantia para la Armada.